
- 24 marzo 2020
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- Posted by: Uberney
Muchas mujeres consideran los diamantes como sus mejores amigos, pero hoy en día también podrían serlo de su piel. Se ha comprobado que estas piedras de carbono puro cristalizado favorecen la longevidad de las células, renuevan la epidermis e incluso atenúan las manchas. A pesar de su dureza, al ser pulverizados se vuelven extremadamente suaves y muy eficaces a la hora de eliminar células muertas de la superficie del cutis. El diamante es un exfoliante por naturaleza. Los tratamientos con esta piedra preciosa purifican y equilibran la piel de todo el cuerpo. También proporcionan mayor hidratación, lo que aporta suavidad y firmeza a la dermis.